Aznar y su «horizonte de esperanza»

Aznar crisis portada

José María Aznar es como Alfredo Di Estéfano. Los dos son presidentes de honor y los dos están dando mucho que hablar por una boda. Nunca unas declaraciones de un ex presidente dieron tanto de sí. Nunca la reaparición de un ex hizo temblar la política española como ahora. Aznar como Di Estéfano pelea por demostrar que está en perfectas condiciones. El primero para decir a todos los españoles que Rajoy se equivoca al no seguir su herencia, y el segundo para decir a sus hijos que con su herencia hace lo que le da la gana. Pero en política nada suele ser casual. ¿Por qué reaparece Aznar torpedeando la línea de flotación de Rajoy? ¿Se trata de una venganza por no tener su apoyo ante las acusaciones que le vinculan a la Trama Gürtel? ¿Siente que el país va a la deriva y que él tiene las recetas para salir de esta crisis?

Los dardos de Aznar a Rajoy han sido demoledores. El ex presidente, que se vanagloria de haber sacado al país de la crisis en el 96, de crear cinco millones de puestos de trabajo, sanear las cuentas y situar a España en el frente de poder europeo, le dice a su sucesor «por ahí no Mariano, por ahí no». Y lo hace en prime time ante 2,2 millones de telespectadores advirtiendo que puede volver a la primera línea política. ¿Le apeteció de repente cargarse de un plumazo a Rajoy o se trata de una voladura controlada?

Aznar Rajoy

Aznar enseñó la ‘patita’ a dos años y medio de las próximas elecciones y consiguió lo que muchos no esperaban: ilusionar de nuevo al votante fiel del PP. Rajoy con sus medidas ha hastiado en poco tiempo incluso a sus votantes de toda la vida, ni hablar ya de los que votaron al PP en noviembre de 2011 para que el Partido Popular creara empleo, o del voto del castigo al PSOE por llevar al país a la deriva más absoluta. Pero la reaparición en escena de Aznar ha hecho que el simpatizante popular vuelva a creer en las posibilidades del PP y se olvide de otras opciones minoritarias. Y lo ha hecho a dos años y medio de las próximas elecciones. Tiempo más que de sobra para fabricar otro candidato que pueda ganar unas elecciones  y acabar con el desapego del elector con la política. «¿Votantes descolocados?», preguntaban a Rajoy horas después del bombardeo de Aznar. 36 minutos de entrevista le bastaron a Aznar para sacarse el título de capitán que reflote un barco hundido.

No hay nada peor para un político que el que un superior le diga a la cara, vía pantalla de plasma, que carece de proyecto político, que se ha desviado del programa electoral, que es incapaz de hacer una reforma fiscal como la que rebajó los impuestos en 1996, que carece de instrumentos para garantizar la cohesión de todos los territorios del país, que carece de «horizonte de esperanza». Curioso que el expresidente insistiera en esa frase en la entrevista: «Horizonte de esperanza». Aznar acaba de hundir la flota de Rajoy, ha encontrado el portaviones de seis casillas desde el D-4 al D-10 del tablero del presidente del Gobierno. Y ha allanado el camino para un hipotético próximo candidato.

¿Será el propio Aznar el que mueva ficha para liderar un nuevo proyecto en el PP? Tras la entrevista salta a la opinión pública su fichaje por DLA Piper, el mayor despacho de abogados del mundo por facturación y número de profesionales, como asesor senior sobre Latinoamérica. Aznar ha enseñado sólo la ‘patita’, le ha dado una patada a Rajoy, y la ha vuelto a esconder. ¿A quién entonces ha allanado el terreno sucesorio? Nos quedan dos años y medio para descubrirlo. Seguramente será un candidato con «horizonte de esperanza».