Japón pide a sus ancianos que se mueran

Taro Aso, ministro de Finanzas de Japón, pide a sus ancianos que se mueran

Taro Aso, ministro de Finanzas de Japón, pide a sus ancianos que se mueran

Lo ha dicho en el Consejo Nacional de la Seguridad Social nipón nada más y nada menos que el ministro de Fianzas, Taro Aso. A sus 72 años de edad ha provocado una auténtica revolución mundial al pedir a los ancianos de su país que no usen los cuidados paliativos y que cuando «sólo sirvan para comer, beber y dormir» no se traten de sus enfermedades para que el país no tenga que asumir las decenas de millones de yenes que cuesta mantenerlos vivos al mes.

Y esto ocurre en un país donde una cuarta parte de sus 128 millones de habitantes son mayores de 60 años. Ríete tú de la privatización de hospitales, del cierre de urgencias en Castilla La Mancha, y del euro por receta de Madrid y Cataluña; y ríete de la no actualización de las pensiones de Montoro y Rajoy. En Japón, directamente, quieren que te mueras si dejas de ser productivo.

«Veo a gente de 67 años o 68 constantemente ir al médico. ¿Por qué tengo que pagar por las personas que sólo comen y beben y no hacen ningún esfuerzo?«. Así defiende el ministro nipón su petición de que los ancianos se mueran lo antes posible. Pero esta petición, que es una barbaridad y atenta contra casi todos los derechos humanos, esconde un debate mucho más profundo: ¿pueden los estados asumir el coste del mantenimiento de los mayores que dejan de producir tras toda una vida de trabajo?.

Supongo que a esto es a lo que se refiere el ministro. Si los estados no pueden asumir ese coste deberían decirlo desde ya para que los que aún no hemos llegado a viejos dejemos de producir para el Estado, es decir, dejemos de pagar impuestos. Si he producido toda mi vida beneficios para el Estado y a la vejez no puede revertirme todo lo que he hecho por el país, dejaré de producir para el país desde ya. Así que si este debate se intensifica y llega a España aquí van mis condiciones para el Gobierno: las pensiones no se tocan,  la asistencia sanitaria para los mayores no sólo no se toca, sino que se amplía, cadena perpetua para los agentes bancarios que estafaron a los mayores con las preferentes y subida inmediata de las pensiones medias y pensiones de viudedad. A ver si empezamos a vivir en un país donde se respete a nuestros mayores porque Japón no es país para viejos.

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