¿Y si de mayor me hago un corrupto? Si son todos unos ladrones pero, puestos a elegir, que los que roben sean de los míos y que me den a mi de lo suyo. En España la presunta corrupción (presunta hasta que lo diga un juez) se ha profesionalizado. Es como cuando elegías qué carrera estudiar y mirabas todas las posibilidades. ¿Con cuál me quedo? ¿Qué es lo que quiero ser de mayor?.
No faltan disciplinas donde elegir. ¿En qué modalidad de corrupción me matriculo para llegar a ser alguien en la vida?
Si me tiro por la licenciatura en Gürtel aprendería a hacer regalos y pagar comisiones a políticos para que contraten a mi empresa. Pero claro, esta carrera requiere dejarte el bigote muy largo y una melena perfectamente engominada. Y yo ya de pelo estoy cortito, así que se me ha pasado la edad para estudiar en la Gürtel.
Vamos a ver más opciones. ‘Licenciatura en Nóos’. Para licenciarte tienes que medir dos metros de alto, ser rubio como la cerveza, enamorar a una infanta, crear un entramado societario, comprarte un palacete en Barcelona… con el frío que hace en invierno en Barcelona. A mi estudiar la licenciatura urdangarina me da muchísima pereza. Que no estoy yo dispuesto a aguantar todo el día a mis cuñados. Vamos, que no.
¿Y si estudio lo de dar sobres de dinero a empresarios desde el coche oficial en una gasolinera? Mira, si Pepiño Blanco ha sido capaz de sacarse esta licenciatura, la puede aprobar cualquiera. Ahora bien, ¿dónde escondes tantísimo billete de 500 euros?. Si no te los cambian en ningún sitio. Y luego, cuando dejas de ser ministro, los empresarios pasan de ti y se acabó el negocio. No. La Licenciatura en Campeón no compensa.
Me puedo matricular en la escuela de Marbella. ‘Diplomatura en meter la mano en la caja’. Con diploma malayo incluido. En esta carrera te enseñan cómo negociar con constructores las licencias urbanísticas. “Te cobro 500.000, me quedo 100.000 y los meto en bolsas de basura”. “Ale¡ que pase el siguiente constructor”. Pero esta carrera tiene asignaturas troncales que no me convencen. Que si el tiro del pantalón por encima de la cintura, que si todo el día enseñando los dientes. Que si te tienes que liar con una tonadillera. Vamos, que no. En esta carrera hay muchísimo pelo, y yo tanto pelo no.
¿Y lo de los sobres con sobresueldos? No lo veo. Porque tú ahora te enfadas con el que da los sobres, y el día que subes al despacho y le dices: “a ver si me das lo mio antes de irme”, lo mismo ya no te lo da. Esta licenciatura tampoco compensa.
Pero aquí veo una carrera que creo que me puede interesar: ‘Cómo beneficiarte de un ERE fraudulento’. A esta sí que le veo futuro. Me hago de un partido político, que al fin y al cabo consiste en reír las gracias al que manda. Me meten en el listado de una empresa que va a cerrar y a jubilar a sus trabajadores sin haber trabajado nunca en esa empresa. ‘Voilá’. Así consigo una jubilación vitalicia del dinero mio y suyo de usted. Esta carrera se saca fácil, fácil.
Hay muchas más opciones: ‘Licenciado en Bankia’, Diplomatura ‘Ser hijo de Jordi Pujol’, Licenciatura ‘Hazte amigo del alcalde de Sabadell’, la de ‘Pide un préstamo a Invercaria’, entre un sinfín de especialidades.
Definitivamente me quedo con la licenciatura en Eres. Qué difícil es elegir entre tantas posibilidades una carrera para ser un corrupto como Dios manda.